¿Cómo podemos ayudarte?
Mediante técnicas psicológicas (con alta eficacia probada), plantearemos un tratamiento completamente personalizado, adaptado a las necesidades y características de la persona (edad, situación familiar, características de personalidad, etc), consiguiendo así que la persona AVANCE a nivel personal y consiga un estado de bienestar.
Terapia para adultos
Te ayudamos a enmarcar el problema y a aprender a superarlo con éxito, bien sea en el entorno laboral, familiar, personal o de pareja, te acompañamos en el proceso, te aportamos herramientas y te guiamos hacia una perspectiva más objetiva y resolutiva.
Psicología Forense
Si te encuentras inmerso en un proceso judicial una buena prueba pericial te puede ayudar a dar mayor peso a tus argumentos en un entorno judicial puesto que ésta se basa en pruebas psicológicas fiables y objetivas.
Terapia infanto-juvenil
Si crees que tu hij@ puede estar pasando una mala racha o notas alguna dificultad en el estudio es buen momento para que evaluemos la situación y nos pongamos en marcha con el plan de trabajo, cuanto antes se inicie más rápido y eficaz será el resultado.
Atención Temprana
Si acabas de ser madre/padre, te podemos asesorar ante cualquier duda que puedas presentar en este nuevo mundo para ti y para tu bebé. Además, podemos darte estrategias de estimulación, así como detección de posibles dificultades en el desarrollo.
¿Por qué acudir a consulta?
- Porque buscas un cambio. Puede sonar a eslogan político pero es una manera de definir lo que cómo te sientes. Hay cosas que no son como quisieras pero no sabes exactamente cuales son. La terapia podría ayudarte a ir identificando tanto lo superficial como lo profundo.
- Porque igual que uno quiere estar bien por fuera, también puede estar bien por dentro. Nuestra imagen es el reflejo de cómo estamos y cómo nos sentimos. Si estamos bien con nosotros mismos produciremos esa imagen a los demás, sin embargo, si hay algo que esté interfiriendo en nuestro desarrollo personal, la imagen que demos hacia los demás también reflejará esta circunstancia.
- Porque buscas alguien que vea tus problemas “desde afuera” y esto remite a la objetividad profesional.
- Porque por más que lo has intentado, el problema persiste. Hay ocasiones en las que los empeños que realizamos por producir cambios, no dan los resultados esperado pudiendo llegar incluso a que nos veamos a nosotros mismo como incapaces de enfrentarnos a la situación concreta. El psicólogo te ayuda a analizar qué es lo que estás haciendo, dónde está el error, y qué puedes hacer para logar ese cambio.
- Porque da respuestas sobre una base científica/objetiva. Todo lo contrario a la respuesta que puedes obtener de un ser querido o conocido (aunque ellos pueden ser de gran ayuda, no conocen las técnicas específicas que te llevan a la raíz).
- Porque lo que cuentes va a estar resguardado por el secreto profesional. Lo que digas y sientas va a estar bajo una absoluta reserva, nadie más que tú y el/la psicólogo/a saben lo que se habla durante las sesiones.
- Porque sientes que nadie te comprende. Si bien el amor de tu familia, amigos o pareja puede ser fuerte, no siempre pueden estar en condiciones de lograr “ponerse en tus zapatos” y de entender bien qué es lo que te pasa.
- Porque es más fácil de lo que crees. Con esfuerzo y persistencia, y con la motivación necesaria, nada es imposible y cualquier cambio puede darse si se marcan objetivos claros y realistas, y se adquieren las herramientas necesarias.
- Porque también puede ser divertido. Las sesiones no tienen que ser solemnes, ni graves, ni deben utilizarse para expresar sólo dolor. Son un espacio para hablar y analizar en profundidad las emociones que nos producen determinadas situaciones, pudiendo ser tanto emociones negativas como positivas.
- Porque es un espacio personal y único. Cada sesión el profesional tiene toda la atención puesta en ti y en lo que te pasa, tú eres el protagonista.
¿Cuándo acudir a
consulta?
AHORA. No es necesario esperar a encontrarnos en una situación límite, de la que sentimos que no podemos salir. Ni tenemos porqué mantener una situación desagradable para nosotros durante mucho tiempo.
En el momento que veamos que algo no funciona correctamente (a nivel personal, laboral, emocional, familiar o interpersonal) ese es el momento perfecto para poder poner remedio de una manera más rápida o incluso se puede acudir para PREVENIR, de la misma manera que se hace uno un chequeo en el médico.
Es posible que te encuentres en un momento de tu vida que te cuesta tomar decisiones, o que tu estado de ánimo no es el habitual, o que te cuesta organizar bien tu tiempo, o sientes que no puedes enfrentarte tu sol@ y que los problemas se amontonan….
Ante todas estas situaciones, de la misma manera que acudes a un especialista de la medicina cuando tienes alguna dolencia en tu cuerpo, un psicólogo te puede ayudar.
Una buena orientación psicológica puede llevarte al éxito personal tanto presente como futuro.
El malestar debe ser siempre estado pasajero, siempre podemos encontrar otro camino. No es necesario tener un trastorno grave para consultar con un psicólogo.
Preguntas frecuentes
- Si voy al psicólogo ¿significa que estoy “loco”?
NO. Afortunadamente este término dejó de utilizarse hace muchísimo tiempo, aunque es evidente que aun sigue dentro de nuestro vocabulario habitual. Una persona que acude al psicólogo sabe que acude a un especialista para que le ayude con la problemática que tenga, igual que cuando se tiene un problema físico se acude al médico o fisioterapeuta.
- ¿Me van a tumbar en un diván?
Una idea muy generalizada debido a las películas, es la imagen del psicólogo contando los minutos y el paciente tumbado en el famoso y cómodo diván hablando de su infancia. Esta idea es completamente falsa, ya que si bien puede ser que algunas corrientes psicológicas indaguen en profundidad en el pasado y procuren comodidad al paciente, esto sólo ocurre en una minoría muy pequeña. La realidad es el trabajo en despacho, donde el paciente se encuentre cómo y seguro pero sentado en una silla de oficina y la problemática a tratar es la actualidad.
- ¿Por qué me podría ayudar él/ella mejor que mis amigos?
El psicólogo no te conoce y no tiene preconceptos sobre ti o tu entorno: a diferencia de tus seres queridos o allegado, el psicólogo se dirige hacia un entorno objetivo, donde se analiza la situación actual y se procura resolver sin ideas preconcebidas, información pasada, o prejuicios que puedan interferir para lograr el éxito de la terapia.
- ¿Qué va a pensar de mí si le cuento lo que me pasa?
El psicólogo no actúa como un juez: no va a decirte qué está bien o mal ni va a imponerte o pretender incluirte en determinados parámetros morales. El psicólogo no juzga, ayuda a que la persona que acude a su consulta se sienta mejor consigo misma.
- ¿Los psicólogos sólo te dicen lo que quieres oír?
No. El psicólogo te hace analizar las causas, los antecedentes, tu implicación, en definitiva todo aquello que puede estar influyendo, independientemente de si se es consciente o no.
- Yo no necesito a nadie que me soluciones los problemas
El psicólogo te guía, y te ayuda a adquirir las herramientas necesarias para enfrentarte a la situación conflictiva con éxito, pero el camino lo recorres tú, nadie puede andar por ti.